09 | Comprar
Recuerdo como recordabas.
La exactitud de cada detalle.
La precisión quirúrgica de la memoria.
La certeza de algún pasado que a mí se me escapaba de las manos y que vos lo abrazabas para que no lo haga.
Lo retenías. Lo apreciabas. Lo acariciabas. Lo añorabas. Lo acunabas. Lo mimabas. Lo guardabas bajo llave.
Sabías.
Y eso era lo que amabas.
Saber.
Recuerdo como recordabas.
26 | Comprar
A veces siento que la vida es más compleja de lo que parece.
Que los vínculos se diluyen como agua entre los dedos.
Que las heridas son tan crudas que abrirse a sanar es más difícil que perdurar con el dolor.
La falta de diálogo sincero es el aire contaminado que respiramos creyendo que purifica nuestros pulmones ya envenenados por el odio.
Huir desangrándose y morir en el sombrío camino, es mejor que enfrentar la verdad de la mirada ajena.
La vida es más compleja de lo que parece, porque la intentamos mirar con la mente, sentir con los ojos y encajarla con el ego.
La libertad está adentro, en el sótano, en la oscuridad más profunda, descondicionada e inocente, pura y verdadera.
Simple, porque es.
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Los sábados nublados en Madrid tienen ese no sé qué entre lo vintage, lo nuevo, el descanso, la pereza, el respirar, el alivio, la nostalgia, la ilusión, la voz, el canto, el silencio estrepitoso de la ausencia, la comodidad, lo incierto, el proyectar, aceptar, transformar, cambiar, la armonía, la ansiedad, lo oculto, lo mágico, la cruda realidad, la esencia y lo no visto. Los sentires, lo sutil, lo etéreo y la madera de la guitarra. Yo, el tiempo, mi espacio y los de otres. El mate, la cama, el celular, acordes, idiomas y recuerdos. El viento fresco, el otoño incipiente y la sensación de la llegada de una primavera que en este hemisferio ya pasó. Nuevos tiempos, nuevos caminos mezclados con rutas que ya no son pero que seguirán siendo, guardadas en el corazón, la piel, la mente y el alma que no entiende lo lineal sino como una ramificación esférica segregada para entenderse, apropiarse, experimentarse e integrarse en el mismo todo que completa la nada.
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La razón es evolución y el sentir es eterno. Nuestro propio cuerpo lucha contra sus propias armas de creación. Morimos por avanzar más rápido de lo que surgimos. No busco nada, pero intento conseguir lo que deseo. Te veo y sos todo lo que busqué. Seremos para decir que estamos vivos. No sabremos cuando nos volveremos a encontrar. En el círculo de la vida nada se pierde. Nos volveremos a ver una vez que dejemos de serlo. Nos elegiremos para empezar de nuevo. Contradicciones irresolutas que resuelven lo inesperado. Aquí estamos, hoy. Pensamos en eso que antes no pensábamos. Y dejaremos de pensarlo mañana, cuando nos demos cuenta que todo cambia. El día. La noche. Ambos exactamente bellos. Dos extremos de un mismo hilo. Contradicciones que se enfrentan por el solo hecho de ser.
29 | Comprar
Hoy volví a amar.
Me abrí, acepté, renuncié a mi soledad, a mi individualismo y a mí ego. Lo deje de lado. Me animé a compartir mi corazón sin miedo a salir lastimado. Lo entregué cien por cien, sin especulación, sin tiempo, desde el minuto cero. Porque no tenía miedo a ser rechazado, ni expectativa de ser amado, sino, simplemente entregar el mío y esperar que la magia funcione para recibir el del otre.
Y así fue.
Sin pensarlo. Solo sintiendo. Viví el amor más puro en el menor plazo terrenal, horas bastaron para saber que eso era real y que no había nada más, que no había un después, que no había un antes. No había estereotipos, ni formas limitantes. Solo dos almas que se cruzaron por el azar del destino para enseñarse que se puede amar y sentir sin poseer.
Fueron horas donde los ojos veían las profundidades de mundos completamente lejanos con una cercanía, una paz y una calma indescriptible para un vínculo tan efímero.
Sabía que era eso, no pensé en el mañana, ni en el que fui; y así, fui libre para amar, para acariciar, para abrazar un cuerpo desconocido en el plano terrenal y sentir que ya nos conocíamos de toda la vida.
Nos abrazamos para seguir, para despedir y sentir que no hay que bajar los brazos, ni conformarse con menos, se puede amar desde la nada, sin esperar nada y saber que eso es todo.
Fui inmensamente feliz, nunca me sentí tan pleno y tan libre, jugando al amor. Riendo, charlando sin parar. Fue perfecto, porque no hubo tiempo. Fue perfecto porque no hubo formas. Fue perfecto porque solo fuimos, en ese instante, eternos.
Marcelo Vampa
"Diario de un viaje al interior"
Por qué escribo. O mejor dicho por qué publico lo que escribo. Y la verdad es que no lo sé.
Para mí no hay un por qué cuando escribo. Para mi es simplemente poner en palabra lo que siento, vivo, pienso, imagino, pulso. Es como un ser vivo que habita en mi interior y cada tanto pide salir. Necesita superficie. Ver la luz. Respirar. Sucede naturalmente. Me cuesta sentarme a escribir si no hay algún movimiento interno que lo provoque. Fluye, se libera, emerge, erupciona como un volcán. Mi bloc de notas del celu está explotado de textos, poemas, canciones, emociones y vivencias. Tengo cuadernos que voy acumulando que ya ni sé lo que he escrito. Nunca me animé a publicarlo, porque para mí, aunque suene desagradable, son como un vómito; salen, purgan, limpian. De manera descontrolada y por momentos desagradable, pero no hay nada más liberador que el momento posterior de devolver lo que no pudo digerirse.
Y en ese descontrol, nunca pensé que todo eso podía encontrar una forma, un orden para que hoy pueda ser compartido con todos ustedes. Una amiga me lo sugirió. Hice una recopilación y aquí estamos. Estos poemas, textos, escritos, decires, son. No sé si son "buenos", "malos", correctos, técnicos, sutiles, crudos, burdos, insulsos, profundos, etéreos, insípidos, dulces, bellos, oscuros, luminosos, forzados, toscos, difíciles, sin sentido, puros, amenos, amorosos, disruptivos, clásicos, modernos, no lo sé, para mí simplemente son.
Espero que los disfruten, que se dejen atravesar, que los lean, que los vean, porque en el fondo eso buscan, ser visto y quizá, a través de ellos, puedas verte.